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Invitado por Alemania, Alberto Fernández participará de la cumbre del G7 en Baviera
El mandatario será el único presidente latinoamericano que participará en la cumbre del G-7.
El presidente Alberto Fernández será el único mandatario latinoamericano que participará en la cumbre del G7 que se realizará el próximo 27 de junio en la región de Baviera, Alemania, en respuesta a una invitación cursada por el canciller de ese país, Olaf Scholz, con quien se reunió días atrás en Berlín.
Según confirmaron fuentes oficiales, el mandatario argentino fue invitado por el canciller socialdemócrata que sucedió este año a Angela Merkel, a cargo de la presidencia del llamado Grupo de los Siete (G7), que reúne a las principales potencias económicas occidentales -Alemania, Francia, Italia, Gran Bretaña, Canadá y Estados Unidos- más Japón.
Scholz recibirá a los jefes de Estado y de Gobierno del G7 entre el 26 y el 28 de junio próximo en el imponente castillo de Elmau, en los Alpes bávaros, en una reunión cuya agenda estaba centrada a principios de año en temas como el cambio climático, la lucha contra la pandemia y el fortalecimiento de la cooperación internacional y las democracias en todo el mundo.
Sin embargo, la invasión rusa a Ucrania, que comenzó en febrero y aún persiste, hizo que se convirtiera en otro tema central de la cumbre en Baviera: todos los países del G7 apoyan a Ucrania y condenan la agresión del gobierno de Vladimir Putin.
La invitación para que Fernández se sume a este encuentro internacional es el primer resultado concreto de la visita que el mandatario argentino hizo a la capital alemana el pasado 11 de mayo, en el marco de la gira europea que lo llevó también a España y Francia, según remarcaron en la Cancillería que encabeza Santiago Cafiero.
Tras el encuentro que Fernández y Scholz mantuvieron en Berlín, el canciller alemán calificó a la Argentina como «como país socio del G7 durante la Presidencia de Alemania» para poder discutir «con jefes de estado y de gobierno seleccionados y líderes de organizaciones internacionales qué pasos específicos podemos tomar para fortalecer la cooperación multilateral».
En las reuniones que Fernández mantuvo en Europa -con Scholz en Berlín; con Pedro Sánchez y el rey Felipe VI en Madrid; y con Emmanuel Macron en París- Fernández pidió «encontrar una respuesta y un camino de salida urgente» a la guerra en Ucrania y ofreció las oportunidades argentinas para proveer alimentos y energía a una zona que espera una profunda crisis en esas áreas si la guerra persiste.
Con los líderes europeos, Fernández coincidió en que las consecuencias de la guerra impactan en una suba de los precios internacionales de los alimentos y la energía que repercuten en todo el mundo, y pudo escuchar de primera mano la extrema preocupación que genera en el Viejo Continente las trágicas consecuencias humanas y económicas que viene generando y podrían amplificarse a las zonas más vulnerables del planeta como África.
«Es bueno saber que la Argentina es un socio fiable para Alemania. Ambos coincidimos en condenar la invasión de Rusia a Ucrania. Saludo la decisión del Presidente de ponerse del lado de las víctimas. Coincidimos en condenar esta brutal agresión de Rusia», remarcó el canciller germano en una declaración conjunta a la prensa luego del encuentro con el Presidente argentino días atrás en Berlín.
En su gira, Fernández llevó la voz de la región como presidente pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), y quedó pendiente tras esa gira una posibilidad de celebrar una cumbre entre ese bloque regional y la Unión Europea, que preside de forma pro témpore el francés Macron hasta el próximo 1 de junio.
Por su parte, Alemania preside el G7 desde principios de 2022, con el lema «Progreso hacia un mundo equitativo», y tiene como objetivo de que bajo su presidencia se logre enviar una «señal fuerte en apoyo de la responsabilidad internacional y desarrollar respuestas específicas a los desafíos globales», explicaron fuentes oficiales.
Argentina será el quinto país invitado en participar en la cumbre del G-7 en el castillo Schloss Elmau, en Bavaria, un encuentro al que también asistirán delegaciones de otras naciones emergentes como India, Indonesia, Sudáfrica y Senegal, en las cuales está vigente la democracia como sistema de gobierno.
Indonesia tiene actualmente la Presidencia del G20 e India tiene una asociación estrecha con Alemania que se reflejó en una reciente visita que el primer ministro Narendra Damodardas Modi realizó a Berlin. En tanto Senegal preside la Unión Africana; Sudáfrica integra el G20 y Argentina ejerce la residencia pro tempore de la Celac.
En la previa del encuentro pautado para fines de junio próximo, el G7 aprobó la semana pasada un paquete de ayuda por 19.800 millones de dólares para Ucrania para «cubrir el déficit financiero y asegurar el suministro de servicios básicos al pueblo», en el marco del respaldo al país ante la invasión de Rusia.
Los fondos serán utilizados «para ayudar a Ucrania a cubrir su déficit financiero y continuar asegurando el suministro de los servicios básicos al pueblo ucraniano», afirmó un comunicado publicado tras la reunión de ministros de Finanzas de las naciones más industrializadas del mundo.
Antes de su nuevo viaje a Alemania a fines de junio, Alberto Fernández podría realizar otro viaje internacional para participar de la IX Cumbre de las Américas, que se desarrollará del 6 al 10 de junio en Los Ángeles, Estados Unidos.
Sin embargo, la Argentina endureció en la última semana su posición frente a la insistencia de Estados Unidos de excluir a Cuba, Venezuela y Nicaragua de la cumbre, y volvió a poner en duda la participación de Fernández en la cumbre, en sintonía con México y otros países de la región, que reclaman que la reunión continental se realice «sin exclusiones».
«El Presidente considera, al igual que su par mexicano (Andrés Manuel López Obrador) y otros presidentes de Latinoamérica, que la Cumbre tiene que ser con todos los países miembros de América», dijo el viernes pasado la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, al dejar en claro que la decisión del jefe de Estado de asistir o no al encuentro dependerá de si Estados Unidos invita a todos los países de la región, incluida Venezuela, Cuba y Nicaragua, una posibilidad hasta ahora rechazada por la administración demócrata Joe Biden.