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La postulación de Lijo para la Corte genera rechazo en el PRO, salvo Bullrich y Larreta

La nominación del juez Ariel Lijo y del académico Manuel García Mansilla para cubrir las vacantes en la Corte Suprema de Justicia aún sigue generando visiones encontradas en la dirigencia política.
A tal punto que en el PRO, el principal socio de Javier Milei en el Congreso, hay diferencias profundas sobre los candidatos del Presidente, mientras que Cristina Kirchner se mantiene al margen de la discusión más allá de cualquier especulación judicial.
En el Senado esperan la llegada de los pliegos aunque repiten que será un largo proceso que comenzará seguramente la próxima semana con la publicación de los nombres y los antecedentes en el Boletín Oficial para darle apertura al ingreso de adhesiones e impugnaciones a través del Ministerio de Justicia, a cargo de Mariano Cúneo Libarona.
Una vez que ingresen los pliegos a la comisión de Acuerdos de la Cámara alta, a cargo de la larretista Guadalupe Tagliaferri (PRO), se convocará a la audiencia pública para que los nominados puedan defender su candidatura y responder a las impugnaciones. Luego, los senadores emitirán despacho para llevar el tema al recinto.
Mientras avanza el trámite, las distintas fuerzas buscan ajustar sus posiciones. En el PRO, por ejemplo, un diputado con línea directa a Mauricio Macri le aseguró a Clarín que el ex presidente «no está alineado» con los nominados por Milei, en particular con Lijo. En rigor hay dos posiciones bastante claras: Macri quiere rechazar los pliegos y Patricia Bullrich, que forma parte del Gobierno, quiere acompañar a los candidatos.
El silencio de Horacio Rodríguez Larreta, en tanto, y sus vínculos políticos, lo dejan hoy más cercano a la postura de la ministra. Incluso el nombre del juez de Comodoro Py sonó como eventual candidato a la Corte si ganaba Larreta la presidencial.
Eso no ocurrió.
Lijo, además, está en pareja con Genoveva Ferrero, subsecretaria de Seguridad de la Ciudad en el final del mandato de Larreta. Ahora es funcionaria de la Justicia porteña.

El ex jefe de Gobierno está de gira por la India, pero se interiorizó sobre los movimientos de los libertarios para cubrir las vacantes en la Corte, que -según interpretaron en su espacio- esconde una maniobra que puede afectar la mayoría del tribunal.
Los larretistas prefieren no definirse en público. Pero advierten que «van a llover impugnaciones contra Lijo». «Si esto pasa es porque alguien tomó una decisión para que esto ocurra y fue Javier Milei quien puso en carrera a Lijo», reflexionó un diputado de ese espacio, quien agregó que «si los mecanismos funcionan, a lo mejor, no llega a ser juez de la Corte».
La llegada de Lijo y García Mansilla, como contó diario, supone un cambio (o intento de cambio) en la relación de fuerzas en la Corte. Hoy, una mayoría sólida la componen el presidente Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda.
Milei lo acusa de no avanzar para declarar la constitucionalidad del DNU que tambalea en el Congreso, donde ya fue rechazado por el Senado.
El Presidente viene escuchando al cuarto miembro del Tribunal, Ricardo Lorenzetti, uno de los propulsores de Lijo. Su arribo, más el reemplazo de Maqueda (cumple 75 años) por García Mansilla, permitiría formar una nueva mayoría, más afín a los libertarios, dejando a Rosatti y Rosenkrantz en minoría.
Por ahora, teoría.
En el bloque de Unión por la Patria, la llave en el Senado para que Milei pueda cubrir las vacantes en la Corte, se desentienden de la situación.
Tal como señaló este diario, el kirchnerismo tiene una crisis de liderazgo que hace difícil avanzar en una negociación.
Desde que se conocieron los nombres de los nominados se dijo que Lijo era el candidato de los gobernadores del PJ. Y en este punto hay un dato a tener en cuenta y es que la mitad de los senadores que están enrolados en Unión por la Patria no tienen gobernador al que responder. Son 15 de los 33 que están en esta condición.
Sin embargo, podría haber más como los tucumanos Juan Manzur y Sandra Mendoza, que no está claro si se ajustan a los pedido del gobernador Osvaldo Jaldo, que en Diputados formó un bloque de 3 por fuera del peronismo para darle su apoyo a Milei.
En tanto, José Mayans insiste en que no hay negociación con el Gobierno por las vacantes en la Corte mientras que figuras más cercanas a Cristina toman distancia de la propuesta de Milei. «El Gobierno no preguntó nuestra opinión así que supongo que no necesita nuestros votos», dedujo Juliana Di Tullio ante una consulta de este diario.
Pero lo que llamó la atención fue que la senadora tampoco cuestionó que no se respete la paridad de género en la Corte al proponer dos candidatos varones. «No emitimos ninguna opinión», dijo la senadora.
Los radicales profesan un bajo perfil, esperan la llegada de los pliegos para negociar aunque hay diferentes opiniones sobre los candidatos.
Martín Lousteau, jefe del Comité Nacional, pidió que sea una mujer la nominada a la Corte, pero su principal socio Emiliano Yacobitti dejó abierta la posibilidad de que Lijo llegue a la Corte.
Una opinión diferente la expresó Pablo Blanco, quien anticipó que no acompañará la nominación de Lijo. Además, el senador fueguino advirtió que «no está bien tratar un pliego para una vacante que todavía no se produjo», en referencia al caso de Maqueda que en diciembre estará en edad de jubilarse ya que cumple 75 años.