Economía

Reclamos de justicia, apoyo a la familia de Fernando Báez Sosa y vallas: así espera Dolores la sentencia en el juicio por el crimen del joven

Desde temprano empezó a llegar infinidad de personas para acompañar a los papás de Fernando

El operativo de seguridad abarca seis manzanas. Hay vallas por todas partes. Distintas  intersecciones de calles están cortadas tanto para el tránsito vehicular como el peatonal. Sólo pueden atravesar las vallas los vecinos que tengan trámites impostergables, según indica una policía. El Ministerio de Seguridad bonaerense dispuso la participación de 150 efectivos. En el vallado que rodea a los tribunales aumentó la cantidad de carteles hechos para pedir justicia por el crimen de Fernando Báez Sosa. Contiene, también, estampitas, flores, velas. 

Antes del mediodía, familiares de víctimas de las organizaciones Matanza Duele y Familiares de Víctimas Activos en la Lucha extienden una bandera que dice «Justicia por Fernando» y piden perpetua. Ya llegaron a la sala de audiencias Hugo Tomei, en un Mercedes blanco, y los familiares de los imputados, en vehículos particulares custodiados por la Policía. Ingresaron por la entrada custodiada por Infantería, en Belgrano y Marquez. También llegó el abuelo de Lucio Dupuy (el nene de 5 años asesinado a golpes en La Pampa y por cuyo crimen fueron encontradas culpables su madre y la pareja de ella), para sumarse a quienes están en los alrededores de tribunales en apoyo a la familia Báez Sosa.

Desde bien temprano se ve un despliegue importante de cámaras de televisión. Pasadas las 9 comienzan a acercarse familiares de víctimas que vienen a apoyar a los papás de Fernando, Graciela y Silvino. A las 13, el Tribunal en lo Criminal N° 1 de Dolores dará a conocer el veredicto por el crimen ocurrido en Gesell en enero de 2020.

Bajo el fuerte sol de la mañana, en un día muy caluroso, se la ve a Graciela Arce, docente jubilada de 65 años –que llegó desde La Boca, dice, el 2 de enero, para seguir todo el juicio– incorporando al vallado nuevas banderas. Entre los familiares de víctimas está Rubén Crego, papá de Lautaro Crego, joven atropellado en un siniestro vial. El hombre llegó en auto desde Tres de Febrero y comenta que en un micro están por llegar entre 30, 50 personas desde La Matanza, San Miguel, San Martín y Pilar que se suman a otras diez que ya están presentes. Coloca la bandera con el nombre de su hijo en el «altar» dedicado a Fernando pero le piden que la retire: es un espacio exclusivo para Báez Sosa. Rubén les avisa con culpa a los policías que ya se retira; supuestamente no tiene permitido estar aquí.

«Hay distintos tipos de organizaciones. No hay separaciones de delitos. Hay femicidios, siniestros viales, delincuencia… casos que no tienen nombre», comenta Rubén sobre la composición del grupo de personas que vino a apoyar a los papás de Fernando. «Somos muy tranquilos, no buscamos agredir ni venganza. Vamos a estar donde nos dejen estar para poder apoyar a esta familia.» 

Uno de los nuevos carteles del vallado dice: “A Fernando lo mató el RCP que le hicieron los Rugbiers. Le Rompieron la Cabeza a Patadas”.

El mensaje más fuerte sigue siendo el que transmite una cartulina celeste con la foto de los ocho acusados en el centro.  Fibra negra, letra imprenta, grande: «Cadena perpetua». Una reja armada con alambre por sobre la imagen. Enumera ocho puntos: «Lágrimas secas, cero empatía, asesinos, mentirosos, peor que un animal, racistas, soberbios, violentos». Y concluye: «¡44 millones contra ustedes!» Por la ciudad de Dolores se ven en postes y en árboles carteles con la leyenda «Si no es perpetua no es justicia».

Cerca del tribunal se los ve también a Alejandra y Oscar Rossi, padres de Julieta Rossi, la novia de Fernando al momento del crimen, quienes llegaron a la ciudad este lunes a las 8. “Forman parte de nuestra familia. Nos hablamos constantemente. Jamás los dejaríamos solos», dicen acerca de Silvino y Graciela. Su hija no declaró como testigo en el juicio y tampoco está presente este lunes. «No quería escuchar la palabra Dolores; en casa no se habla de Fer», explican sus papás.

El apoyo a los padres de Fernando en la previa del veredicto comenzó el domingo por la noche, con una vigilia organizada por los vecinos del barrio Club Ferro, cuyo silencio contrastaba con los ecos del «Carnaval del Sol» que se oían por todo el centro. 

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